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martes, 30 de enero de 2018

Una Religión Radiante | Elena G. de White | Celebremos sus bendiciones

Una Religión Radiante | Elena G. de White | Celebremos sus bendiciones

«Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubiereis allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días: el primer día será sábado; sábado será también el octavo día.
Y tomaréis el primer día gajos con fruto de árbol hermoso, ramos de palmas, y ramas de árboles espesos, y sauces de los arroyos;y os regocijaréis delante deJehová vuestro Dios por siete días». Levítico 23: 39-40, EVA.

SERIA BUENO QUE EL PUEBLO de Dios celebrara una fiesta de las cabañas, una alegre conmemoración de las bendiciones que Dios le ha otorgado. Como los hijos de Israel celebraban la liberación que Dios había concedido a sus padres, y también como los había protegido milagrosamente a ellos mismos durante sus peregrinaciones después de la salida de Egipto, así debemos recordar con gratitud los diferentes medios que él ideó para apartamos del mundo y de las tinieblas del error y para llevamos a la luz preciosa de su gracia y de su verdad. […]
La fiesta de las cabañas no era solo una conmemoración, sino también un tipo o figura. No solamente señalaba algo pasado: la permanencia en el desierto; sino que, además, como la fiesta de la cosecha, celebraba la recolección de los frutos de la tierra, y apuntaba hacia algo futuro: el gran día de la siega final, cuando el Señor de la cosecha mandará a sus segadores a recoger la cizaña en manojos destinados al fuego a juntar el trigo en su granero. […]
Cuando los redimidos de Jehová estén a salvo en la Canaán celestial, para siempre libertados del yugo de la maldición bajo el cual «toda la creación gime a uní, y a una está con dolores de parto hasta ahora» (Rom. 8: 22), se regocijarán con un deleite inexpresable y glorioso.— Patriarcas y profetas, cap. 52, pp. 523-524.

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