Los pulmones
Tu Oración:
Gracias, Dios, por mis pulmones para respirar.
Versículo para hoy:
“Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida”. Génesis 2:7.
TUS PULMONES son los órganos que más espacio ocupan en tu cuerpo. Los protegen las costillas, que están conectadas a la columna vertebral de tu espalda, para mantener a los pulmones seguros. No puedes verlos pero sí sentirlos fácilmente. Coloca una mano en tu pecho e inspira profundamente. Vas a sentir cómo tu pecho se hace un poco más grande. Ahora saca el aire y siente a tu pecho volver a como estaba antes. Pudiste sentir tus pulmones en acción.
Un poquito de ciencia
Vas a hacer un pulmón artificial. Necesitas una botella vacía de plástico transparente, dos globos pequeños, dos pajillas, pegamento, cinta adhesiva y masa para modelar (plastilina).
Que tu papá perfore la tapa de la botella para que puedan pasar las pajillas. Sujeta con cinta un globo a la punta de una pajilla, que envuelva la abertura. Lo mismo con la otra pajilla. Ahora mete ambas pajillas a la botella, de modo que los globos queden adentro. Coloca la tapa de la botella pasando las pajillas por el orificio que hizo papá; sella la tapa con masa para que no entre ni salga aire. Pide ayuda si la necesitas. Sopla por los orificios libres de las pajillas y podrás observar cómo se inflan los globos. Cuando retiras tu boca, se desinflan. Así funcionan tus pulmones.
Para ponerle pulmones a tu cuerpo de cartón, puedes formarlos con papel aluminio y pegarlos donde corresponda. Consulta alguna enciclopedia o Internet para saber cómo son.