La verdad del sabado

Escuché muchos conceptos errados, con respecto al sábado, algunos piensan que #guardo el sábado porque me salva, y eso no es verdad. El único quien salva es Cristo al darnos su gracia. La respuesta más común ante la pregunta ¿Por qué guardas el sábado? Es, porque la ley de Dios lo ordena en el cuarto mandamiento. Sin duda es una buena respuesta porque esa ley “moral” está vigente, porque Cristo no vino para abrogarla sino para cumplirla (Mateo 5:17), y Romanos 3:31 dice la fe no invalida la ley, sino la confirma. Pero existen otra razón, de porqué se debe reposar el día sábado. No guardo el sábado para salvarme, sino, porque la gracia de Dios me permite vivir en obediencia a su palabra, el sábado no es la causa de mi salvación sino la consecuencia haber sido alcanzado por la gracia de Dios. Eso me lleva a amarle, y resultado de mi amor, es guardar sus mandamientos (S. Juan 14:15). El sábado no es un medio de Salvación. Cuando yo pienso que el sábado me puede salvar, estoy equivocado, y se convierte en una carga pesada. Muchos pueden solo “guardar” por obedecer, Y Dios nos pide primero “AMAR” y como resultado de mi amor por Cristo, guardar sus mandamientos (Juan 14:15). Es así como se torna este día en una delicia, un día especial, esperado. La razón principal, la motivación correcta, lo que me lleva a guardar el sábado, es porque AMO A DIOS. (1 Juan 5:2), mi relación con el es cercana, que por amor hago su voluntad. Eso me lleva a ser feliz, y le adoro en el día que Él mismo separó desde la creación del mundo para mi beneficio, beneficio del hombre (Marcos 2:28). La bendición y satisfacción de saber que estoy agradando a Dios me da fortaleza, seguridad, mi fe tiene una base sólida, no camino sobre alguna tradición o un mandato humano, sino bajo la dirección de Dios, haciendo su voluntad. Por eso, éste no es un día cualquiera, es “Santificado” (separado) sino por Dios, y quien le ama, con alegría hará lo que él pidió; Entonces este día se convierte en “delicia, santo y agradable (Isaías 58:13-14). Decir amar a Dios sin hacer su voluntad, convierte al ser humano en mentiroso, 1 Juan 2:4: "El que dice que le conoce y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en El". Es bueno recordar que el sábado fue hecho por causa del hombre (no por el judío) (Marcos 2:27) pero, también es necesario tener presente que Cristo el Señor del Sábado, y no el hombre (Mar. 2:28). El sábado existe para el hombre, pero el hombre no es un fin en sí mismo. La razón de su existencia no se agota en él. El hombre fue "creado para vivir en comunión con Dios, [y] puede encontrar su verdadera vida y su auténtico desarrollo únicamente en esa comunión". Vamos a disfrutar de este día, minuto a minuto, fortaleciendo nuestra fe en Dios y teniendo deleite en su presencia. La observancia del sábado por amor a Dios tiene un efecto: santificador sobre la vida (Ezequiel. 20:12). Al centrar los pensamientos en el Señor, el carácter se va transformando paulatinamente a su imagen (2 Corintios 3:18) y La influencia de un sábado en comunión con Dios se prolonga a lo largo de la semana. Feliz sábado.