| LLección 12: Para el 17 de junio de 2017
EL DÍA DEL SEÑOR
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Sábado 10 de junio
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Comentario EGW
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Pedro 3:1, 2; Juan 21:15-17;
2 Pedro 3:3-13; Salmo 90:4; Mateo 24:43-51; 2 Pedro 3:14-18.
PARA MEMORIZAR:
“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros
andar en santa y piadosa manera de vivir!”
(2 Ped. 3:11 ( CB ) ).
EN EDADES PASADAS, las personas que no creían en Dios eran consideradas
indignas de confianza, e incluso potencialmente peligrosas. ¿Por qué? La idea era
simple: si no creían en Dios, entonces no creían en un juicio futuro en el que tendrían
que responder ante el Señor por sus hechos. Sin este incentivo, las personas
tendrían una mayor tendencia a hacer el mal.
Aunque hoy ese pensamiento es más bien anticuado (e incluso “políticamente
incorrecto”), no podemos negar la lógica y el razonamiento detrás de él. Por supuesto,
muchas personas no necesitan el temor de un juicio futuro a fin de hacer
lo correcto. No obstante, al mismo tiempo, la perspectiva de responder ante Dios
podría, ciertamente, ayudar a motivar un comportamiento correcto.
Como hemos visto, Pedro no tenía temor de advertir acerca del juicio que
enfrentarán los malvados ante Dios, porque la Biblia es clara en cuanto a que
ese juicio vendrá. En este contexto, Pedro habla sin ambigüedades acerca del fin
de los tiempos, el Juicio, la segunda venida de Jesús y el momento en el que “los
elementos ardiendo serán deshechos” (2 Ped. 3:10). Pedro sabía que todos somos
pecadores y, así, con semejante perspectiva delante de nosotros, exclama: “¡Cómo
no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!” (2 Ped. 3:11).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaías 21 – Durante esta semana, PR cap. 26.
Domingo 11 de junio
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Dialogo Bíblico
Comentario EGW
LA LÍNEA DE AUTORIDAD
Pedro advirtió a sus lectores acerca de la clase de enseñanzas peligrosas que
enfrentaría la iglesia. Advirtió contra aquellos que, mientras prometían libertad,
guiaban a las personas nuevamente a la esclavitud del pecado, lo opuesto a la
libertad que se nos ha prometido en Cristo.
Lamentablemente, esta no era la única enseñanza falsa que confrontaría la
iglesia. Vendría otra muy peligrosa. Sin embargo, antes de llegar a esta advertencia
específica, Pedro dice primero otra cosa:
“Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto
con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria
de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del
mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles”
(2 Ped.
3:1, 2 ( CB ) ).
¿Qué está enfatizando Pedro aquí acerca de por qué sus lectores deben
prestar atención a lo que está escribiendo? Ver, también, Juan 21:15-17 ( CB ) .
En 2 Pedro 3:1 y 2, el apóstol les recuerda a sus lectores las palabras inspiradas
que les habían llegado a través de los “santos profetas” que lo precedieron. Así,
una vez más, los estaba dirigiendo a la Biblia, al Antiguo Testamento. Les estaba
recordando que tenían la “palabra profética más segura” (2 Ped. 1:19). Deseaba
dejar en claro que sus creencias estaban fundamentadas en la Palabra de Dios.
Nada del Nuevo Testamento justifica la idea de que el Antiguo Testamento ya no
es válido o no tiene importancia. Por el contrario, es el testimonio del Antiguo
Testamento lo que nos ayuda a establecer la validez del Nuevo Testamento y las
afirmaciones que Pedro estaba haciendo acerca de Jesús.
Pero, hay más. Pedro luego traza una línea clara desde los “santos profetas”
del Antiguo Testamento hasta su propia autoridad como uno de los apóstoles del
“Señor y Salvador”. Dejó en claro el llamamiento que recibió del Señor para hacer
lo que estaba haciendo. No es de sorprender, entonces, que hablara con tanta
convicción y certeza. Sabía cuál era la fuente de su mensaje.
¿Por qué la autoridad última en nuestra vida debe ser la Palabra de Dios, y no la
cultura ni nuestro propio juicio o razón? Después de todo, ¿por qué otro motivo
guardaríamos el séptimo día, el sábado, si no es por la Palabra de Dios?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaías 22 – Durante esta semana, PR cap. 26.
Lunes 12 de junio
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Diálogo Bíblico Comentario EGW
LOS BURLADORES
Después de asegurarse de que sus lectores tuvieran “memoria de las palabras
que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor
y Salvador dado por vuestros apóstoles” (2 Ped. 3:2), Pedro llega a su advertencia
específica. Quizá, sabiendo cuán peligrosa sería esta enseñanza, quiso asegurarse
de transmitir la autoridad con la que estaba escribiendo.
Lee 2 Pedro 3:3 y 4 ( CB ) . ¿Qué argumentos presentarán los que son escépticos
respecto del regreso de Cristo?
Hay una similitud importante entre aquellos que promueven una falsa libertad
y aquellos que expresarán escepticismo en relación con la Segunda Venida. Los
del primer grupo, “siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia”
(2 Ped. 2:10); mientras aquellos que niegan el regreso de Cristo andan “según sus
propias concupiscencias” (2 Ped. 3:3).
(No es simple coincidencia que las pasiones pecaminosas puedan llevar a
falsas enseñanzas, ¿verdad?)
Los burladores, advirtió Pedro, harán una pregunta específica: “¿Dónde está
la promesa de su advenimiento?” (2 Ped. 3:4). Al hacerlo, desafiarán la antigua y
constante creencia de los cristianos de que Jesús regresará a esta Tierra, y que lo
hará pronto. Después de todo, y especialmente porque están hablando acerca de
los últimos días, estos burladores presentarán la innegable realidad de que muchos
cristianos han muerto y las cosas permanecen igual que siempre.
Superficialmente, no es una pregunta irracional. Incluso al santo Enoc, según
escribe Elena de White, le parecía que “los justos y los impíos se convertirían
igualmente en polvo, y que ese sería su fin” (PP 73), y eso lo atribulaba. Si incluso
Enoc, que vivió antes del Diluvio, luchaba con esta pregunta, ¿cuánto más aquellos
que vivirían durante los miles de años subsiguientes, especialmente durante “los
postreros días”?
Y ¿qué ocurre con nosotros, hoy, como adventistas del séptimo día? Nuestro
mismo nombre promueve la idea del segundo advenimiento de Cristo. Y, sin embargo,
aún no ha venido. Mientras, también debemos enfrentar burladores, así
como lo había predicho Pedro.
En tu propia experiencia de fe, ¿de qué modo lidias con el hecho de que Cristo
aún no ha regresado? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaías 23 – Durante esta semana, PR cap. 26.
Martes 13 de junio Audio
Diálogo Bíblico Comentario EGW
MIL AÑOS COMO UN DÍA
En 2 Pedro 3:8 al 10 ( CB ) , ¿de qué forma responde Pedro al argumento que
presentarán los burladores? ¿Qué dice él que, incluso ahora, nos ayuda a
entender por qué Cristo no ha regresado aún?
Pedro responde al cuestionamiento de la naturaleza constante del mundo.
Les recuerda a sus lectores que no es verdad que el mundo ha permanecido sin
cambios desde la Creación (nota que Pedro regresa inmediatamente a la Palabra
de Dios como su fuente y autoridad). Hubo un tiempo de gran maldad, después
del cual Dios destruyó al mundo con un diluvio (2 Ped. 3:6). Y, de hecho, el Diluvio
trajo un gran cambio, que permanece con nosotros hasta hoy. Pedro, entonces,
dice que la siguiente destrucción será con fuego, no con agua (2 Ped. 3:10).
Pedro también escribió: “Para con el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día” (2 Ped. 3:8). Al decir esto, Pedro pudo haber estado reflexionando
en las palabras del Salmo 90:4: “Porque mil años delante de tus ojos son como el
día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche”. En otras palabras,
nuestro concepto de tiempo no es como el de Dios; por lo tanto, debemos ser
cuidadosos en cuanto a los juicios que emitimos sobre el tiempo.
Según lo vemos nosotros, parece haber una demora en el regreso de Cristo;
pero solamente estamos viendo las cosas desde nuestra perspectiva humana.
Desde la perspectiva de Dios, no hay demora. De hecho, Pedro está diciendo que,
por la paciencia de Dios, se nos ha otorgado un tiempo extra. El Señor no desea
que nadie perezca (2 Ped. 3:9). El tiempo extra, entonces, ha sido permitido para
proveer a muchos oportunidades de arrepentimiento.
Sin embargo, advierte Pedro, la paciencia de Dios no debería ser tomada como
una oportunidad para posponer una decisión por Jesús. El Día del Señor vendrá
tan inesperadamente como un ladrón en la noche. Si bien un ladrón que llega de
noche busca, probablemente, pasar inadvertido, el Día del Señor, aunque llegue
como un ladrón, ciertamente no pasará inadvertido. En las palabras de Pedro: “Los
cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos”
(2 Ped. 3:10). Así, el mensaje de Pedro es como el de Pablo: “He aquí ahora el
tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Cor. 6:2).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaías 24 – Durante esta semana, PR cap. 26.
Miércoles 14 de junio Audio
Diálogo Bíblico
Comentario EGW
¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE?
Un joven intentaba testificarle a su madre. Le habló acerca de la muerte de
Jesús y la promesa de su regreso. Estaba un tanto orgulloso de sí mismo, pensando
que había hecho una tarea elocuente. Cuando terminó su minisermón acerca de
Jesús y de la Segunda Venida, su madre lo miró y le dijo: “Y ¿qué tiene que ver
eso conmigo ahora?”
Lee 2 Pedro 3:11 al 13 ( CB ) . ¿De qué manera responde Pedro a la pregunta
“Y ¿qué tiene que ver eso conmigo ahora”? Ver
Mat. 24:43-51 ( CB) .
Como hemos dicho, el nombre mismo de nuestra iglesia revela nuestra creencia
en la realidad del regreso de Cristo. Esta enseñanza es fundacional; nuestra fe
cristiana carecería de sentido sin el regreso de Cristo y todo lo que promete.
Pero ¿acaso no estamos en peligro de volvernos como el siervo malo de la
parábola de Mateo 24:43 al 51? Puede ser que no estemos cometiendo la misma
clase de mal presentada en la parábola, pero ese no es el punto (después de todo,
es una parábola). Más bien, lo que advierte la parábola es que podría volverse
más fácil rebajar nuestros estándares, especialmente con respecto al modo en
que tratamos a los demás, y volvernos más como el mundo y menos fervientes en
nuestra creencia en el regreso del Señor.
Ciertamente, de vez en cuando, nos encontramos con algunos que, presentando
cuadros proféticos y cálculos, afirman tener la fecha del regreso de Cristo.
Pero, por lo general, el peligro que enfrentan los adventistas del séptimo día no
es que estén fijando fechas para el pronto regreso de Cristo. Más bien, el peligro
es que, al pasar los años, la promesa de la Segunda Venida comience a jugar un
papel mucho más pequeño en nuestros pensamientos.
Sí, cuanto más tiempo estamos aquí, más cerca estamos de la Segunda Venida.
Por otro lado, cuanto más tiempo estamos aquí, más fácil se hace pensar en su
venida como algo tan lejano que realmente no tiene impacto en nuestra vida diaria.
La Escritura advierte en contra de esta clase de complacencia. Como lo dijo Pedro,
si Jesús ha de regresar, y hemos de enfrentar el Juicio, los cristianos tendríamos
que llevar vidas de santidad y piedad (2 Ped. 3:11). La realidad de la Segunda Venida,
cuandoquiera que suceda, debería impactar el modo en que vivimos ahora.
¿Cuánto impacto tiene, en tu vida y tus pensamientos diarios, la realidad de la
Segunda Venida? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de tu vida y de tu fe?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaías 25 – Durante esta semana, PR cap. 26.
Jueves 15 de junio Audio
Diálogo Bíblico
Comentario EGW
UNA APELACIÓN FINAL
Pedro termina su epístola con un tema que la ha impregnado desde el inicio:
llevar vidas santas y cuidarse de no ser desviados por “el error de los inicuos” (2
Ped. 3:17).
Lee 2 Pedro 3:14 al 18 ( CB ) . ¿A quiénes está apelando Pedro, y de qué está
advirtiendo en esta apelación?
Qué interesante resulta que Pedro termine su epístola con una apelación a los
escritos de “nuestro amado hermano Pablo” (2 Ped. 3:15). Pablo también escribió
de la necesidad de vivir en paz mientras aguardamos la segunda venida de Jesús,
y de usar el tiempo para desarrollar vidas santas
(ver
Rom. 2:4 ( CB ) ;
12:18 ( CB ) ;
Fil. 2:12 ( CB ) ).
Nota, también, el modo en que la referencia de Pedro a los escritos de Pablo
muestra que lo que escribió Pablo era altamente valorado ya en los inicios de la
historia del cristianismo. No se puede determinar si Pedro se está refiriendo a la
colección entera de los escritos de Pablo que se encuentra hoy en el Nuevo Testamento,
o solamente a un grupo de ellos. Sin embargo, los comentarios de Pedro
muestran que las cartas de Pablo eran tenidas en alta estima.
Por último, Pedro comenta que los escritos de Pablo pueden ser malentendidos,
al igual que otras partes de las Escrituras. La palabra griega grafa significa,
literalmente, “escritos”; pero en este contexto, claramente, significa “escritos sagrados”,
tales como los libros de Moisés y los profetas. Aquí hay evidencia muy
temprana de que se había atribuido a los escritos de Pablo la misma autoridad
que a la Biblia hebrea.
A su vez, considerando lo que leímos antes acerca de falsos maestros que prometen
libertad, no es difícil de imaginar a las personas utilizando los escritos de
Pablo acerca de la libertad y la gracia para excusar comportamientos pecaminosos.
Pablo enfatizó fuertemente la justificación solamente por la fe
(Rom. 3:21, 22 ( CB ) ), pero
nada en sus escritos da a las personas licencia para pecar (ver Rom. 6:1-14). Pablo
mismo tuvo que lidiar con este error relacionado con lo que había estado predicando
y enseñando sobre la justificación por la fe; y Pedro advierte que aquellos
que tuercen sus escritos lo hacen bajo riesgo de “su propia perdición” (2 Ped. 3:16).
¿Qué decisiones puedes tomar ahora mismo que pueden ayudarte a llevar la
clase de vida que hemos sido llamados a vivir en Cristo Jesús?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaías 26 – Durante esta semana, PR cap. 26.
Viernes 16 de junio Audio
Diálogo Bíblico
D. Bíblico Resumen
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Desde nuestra perspectiva, puede parecer
que la Segunda Venida estuviera demorando mucho. Jesús obviamente sabía
que nos sentiríamos de esta manera y, en algunas parábolas, nos advirtió lo que
podría suceder si no somos cuidadosos y atentos durante este tiempo. Tomemos,
por ejemplo, la parábola de los dos siervos en Mateo 24:45 al 51 (mencionada en
la sección del miércoles). Ambos esperaban a su señor, pero llegaron a dos conclusiones
diferentes acerca de su regreso. Uno decidió que debía estar preparado
para cuando el señor volviese en cualquier momento. El otro dijo que el señor se
demoraba y, por lo tanto, tomó ese “retraso” como una oportunidad para actuar
con maldad.
“Por cuanto no sabemos la hora exacta de su venida, se nos ordena que
velemos. ‘Bienaventurados aquellos siervos, a los cuales cuando el Señor viniere,
hallare velando’ (Luc. 12:37). Los que velan esperando la venida de su Señor no
aguardan en ociosa expectativa. La espera de la venida de Cristo debe inducir a
los hombres a temer al Señor y sus juicios sobre los transgresores. Les ha de hacer
sentir cuán gran pecado es rechazar sus ofrecimientos de misericordia. Los que
aguardan al Señor purifican sus almas obedeciendo la verdad” (DTG 588).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR
- 1. En clase, comenten las respuestas a la pregunta del lunes sobre la Segunda
Venida. ¿Cuáles son algunas de las maneras en que lidiamos con el hecho de
que Cristo aún no ha regresado? ¿Qué podemos aprender de las respuestas de
los demás?
- 2. ¿Qué enseñanzas, prácticas y creencias sostenemos como adventistas del
séptimo día que no surgen de la cultura, ni la razón, ni la tradición, sino que provienen
únicamente de la Palabra de Dios?
- 3. Como vimos durante esta semana, Pedro relacionó las tendencias y las
pasiones pecaminosas con las falsas enseñanzas. La lección contenía esta declaración:
“No es simple coincidencia que las pasiones pecaminosas pueden llevar
a falsas enseñanzas, ¿verdad?” ¿Por qué no es una coincidencia? ¿Cuáles podrían
ser las variadas conexiones entre ambas?
- 4. Albert Einstein presentó al mundo la idea asombrosa de que el tiempo no
es absoluto. Es decir, dependiendo de dónde estás y cuán rápidamente te estés
moviendo, el tiempo en tu cuadro de referencia será distinto del de otra persona
en otro cuadro de referencia. El punto es que el tiempo es algo muy misterioso y
actúa de maneras que no entendemos plenamente. ¿Cómo podría esta idea ayudarnos
a entender que, para Dios, el tiempo no es lo mismo que para nosotros,
especialmente en el contexto de la demora de la segunda venida de Cristo?