EL SABIO ES CAUTELOSO
El sabio teme y se aparta del mal; mas el insensato se muestra insolente y confiado. Prov. 14:16
Un joven casado, asediado por muchas mujeres, recibió el consejo sabio de su patrón, que era un hombre cristiano de experiencia. “No les prestes atención a esas damas”. El joven respondió con ironía: “Hay mucha sabiduría en los Números”, refiriéndose al libro bíblico de Números. “Es posible –dijo el patrón-. Pero con certeza hay mas sabiduría en el Éxodo” (aquí como huida).
El proverbio de hoy presenta una advertencia: huye del mal. No compliques tu vida. Evita la tentación. El primer pecado del mundo sucedió porque Eva creyó que podía “administrar” la tentación. Su seguridad estaba en conservarse lejos del árbol. Tú conoces el fin de la historia.
Las personas sabias jamás asumen riesgos innecesarios. No quieren saber cuan cerca pueden llegar del precipicio. El insensato rechaza los consejos, se encoleriza cuando alguien trata de mostrarle el peligro. Se siente seguro y piensa que no tiene nada que perder.
Hace siglos que el apóstol Pablo estableció un principio de seguridad espiritual. “El que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Cor. 10:12). Las grandes derrotas de la vida no pasan cuando estamos en guardia, sino cuando, confiados en nuestras victorias pasadas, creemos que estamos seguros si bajamos la guardia.
Eso es lo que sucedió con Belsasar en Babilonia. Su imperio parecía invencible. Sus enemigos estaban dominados, y entonces se dedicó a vivir en clima de fiesta. Fue una noche de fiesta la que se transformó en tragedia, porque el ejército medo persa invadió y destruyó Babilonia.
Le sucedió también a Goliat. ¿Qué podría hacerle un muchachito, con una honda y cinco piedras? Bajó la guardia, en un segundo, el gigante yacía derrotado en tierra.
Huye del mal. Sé sabio. Para hoy mismo de jugar con el peligro. No bajes la guardia. No sientas seguridad en tus propias fuerzas. Eso puede ser fatal.
Que Dios te de un día maravilloso y no olvides que “el sabio teme y se aparta del mal; mas el insensato se muestra insolente y confiado”.
Ministerio Bullón