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domingo, 11 de marzo de 2018

LAS DEUDAS: UNA DECISIÓN DIARIA

 LAS DEUDAS
Como salir de las deudas

*LAS DEUDAS: UNA DECISIÓN DIARIA*

En la vida del creyente puede haber situaciones en las que le es necesario endeudarse pidiendo prestado aquello de lo que no dispone en el momento.
En la Biblia encontramos consejos prácticos para afrontar estas situaciones, así como para evitarlas en la medida de lo posible.
Objetivos a evitar:
Pedir prestado.
Obtenerlo ya.
Objetivos a conseguir:
Contentarnos con lo que tenemos.
Huir de las deudas.
Ahorrar.

*PEDIR PRESTADO*

“El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta” (Proverbios 22:7)
Mientras cortaban árboles para ampliar la escuela, un joven perdió accidentalmente la hoja de su hacha. El problema era que esa hacha era prestada, y él no tenía dinero para restituirla.
Esta historia nos recuerda el riesgo, la responsabilidad y la dependencia que implica pedir algo prestado.
La Biblia nos dice que el que toma prestado con intención de no devolver es un impío (Salmo 37:21).
Además, indica que el que no sigue los consejos bíblicos se endeudará al tener que pedir prestado (Deuteronomio 28:44).
Dios permite ocasionalmente que el fiel tenga que endeudarse en un momento dado (2ª de Reyes 4:1-7). En este caso, debe devolver lo prestado lo más pronto posible.

*OBTENERLO YA*

“Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal” (Filipenses 3:19 NVI)
Actualmente, es fácil conseguir inmediatamente lo que nos apetece con un pequeño préstamo.
Piensa en el peligro que puede tener esta actitud:
Por otro lado, Jesús –nuestro ejemplo–, no cedió a la gratificación instantánea a pesar de los 40 días de ayuno.
No te dejes dominar por tus apetitos.
Eva deseo obtener YA la sabiduría (Génesis 3:6).
Esaú deseo obtener YA un plato de lentejas (Génesis 25:29-34).
David deseo obtener YA a Betsabé (2ª de Samuel 11:2-4).

*CONTENTARNOS CON LO QUE TENEMOS*

“Y claro está que nuestra fe es una fuente de gran riqueza, pero solo para el que se contenta con lo que tiene… si tenemos qué comer y con qué vestirnos, démonos por satisfechos” (1ª de Timoteo 6:6, 8 DHHe)
La clave para vivir dentro de nuestras posibilidades es realizar un presupuesto en el que comparar el promedio de gastos mensuales con nuestros ingresos.
Recuerda: no realices un gasto, ni te comprometas a hacerlo, si no estás seguro de poder hacerle frente (Lucas 14:27-30)
El sabio le pide a Dios: “No me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario” (Proverbios 30:8).
Es muy importante aprender a vivir con los medios de que disponemos, ajustando nuestros gastos a nuestros ingresos. Nuestra preocupación básica no debe ser satisfacer nuestras necesidades, sino buscar el reino de los cielos (Mateo 6:33).

*HUIR DE LAS DEUDAS*

“El que es imprudente se compromete por otros, y sale fiador de su prójimo” (Proverbios 17:18 NVI)
El consejo inspirado es: evitar contraer deudas, o salir fiador por las deudas de otros.
El que pide prestado queda a merced de quien le presta, ya sea de una entidad financiera o de un particular.
Aunque la deuda no es un pecado, puede perjudicar nuestra experiencia espiritual e impactar negativamente en la financiación de la obra de Dios.
Las deudas merman nuestra capacidad de dar a los demás, y nos quitan oportunidades para recibir las bendiciones de Dios.
“Cuide los centavos y los dólares se cuidarán solos”
E.G.W. (CMC, pg. 271)

*AHORRAR*

“El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece” (Proverbios 13:11 NVI)
Los mayordomos ahorran para las necesidades familiares e invierten en el cielo cuando administran los recursos de Dios (1ª de Timoteo 5:8).
Dentro del presupuesto familiar debemos incluir un apartado mensual de ahorro. Si es necesario, debemos negarnos algunos gastos que no sean estrictamente necesarios.
Recuerda las prioridades del cristiano que Jesús nos enseñó (Mateo 6:33).
Administra con sabiduría el 100% del dinero que Dios te concede.
Prioridad 1: Devolver a Dios lo que es suyo (el diezmo).
Prioridad 2: Agradecer a nuestro Dador (ofrendas y ayuda a los necesitados).
Prioridad 3: Sufragar los gastos obligatorios y necesarios.
Prioridad 4: Ahorrar.
El excedente es para otros gastos.
“Cada semana Ud. debería poner cinco o diez dólares en un lugar seguro, y no utilizarlos a menos que se trate de un caso de enfermedad. Si Ud. economiza, puede colocar algo a interés. Mediante un manejo sabio del dinero puede ahorrar algo después de pagar sus deudas.
Conocí a una familia que recibía veinte dólares por semana y que gastaba hasta el último centavo de esa suma, mientras otra familia de igual número de personas que recibía solamente doce dólares por semana, guardaba uno o dos cada semana, cosa que conseguía absteniéndose sus miembros de comprar lo que parecía ser necesario, pero de lo cual podían prescindir”
E.G.W. (Mensajes selectos, tomo 2, pg. 380)
Nota: El valor de 20$ en 1901 equivale a 600$ actuales.
“Muchos, muchísimos no han aprendido a mantener sus gastos dentro de los límites de sus entradas. No aprenden a adaptarse a las circunstancias, y piden prestado una vez tras otra, y en esa forma quedan agobiados por las deudas, y en consecuencia se desaniman y descorazonan…
Deberíamos estar alerta y no permitirnos gastar dinero en cosas innecesarias que sirven tan sólo como objetos de ostentación. No deberíamos permitirnos tampoco complacer los gustos que nos llevan a seguir las costumbres del mundo y a robar a la tesorería del Señor.”
E.G.W. (Consejos sobre mayordomía cristiana, pg. 263)
DIOS TE BENDIGA

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