Escucha Su Voz Y Vive

Lunes 12 Febrero 2018

Escucha Su Voz Y Vive

Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David (Isaías 55:3).

En el Antiguo Testamento, Dios le mandó a Moisés que reuniera al pueblo de Israel al pie de la montaña para hablarles (Éxodo 19:10-11). Pero cuando el pueblo vio los relámpagos y escuchó los truenos, se aterrorizaron de la presencia de Dios y del sonido de su voz. No obstante, nada de eso cambió su vida (Éxodo 20:18-19).

Cuando Saulo de Tarso se dirigía a Damasco, durante la gran persecución, para atacar a la Iglesia; repentinamente una gran luz le deslumbró. Cayó al suelo y escuchó la voz del Señor en lengua hebrea; pero para sus acompañantes aquello no fue más que un trueno. ¿Quién puede escuchar a Dios y vivir?

Pero gracias a Dios que, habiendo nacido de nuevo, hemos sido escogidos para escuchar su voz. El motivo por el que Saúl pudo escuchar a Dios, pero no sus compañeros de viaje, aunque comprendían perfectamente la lengua hebrea, lo hallamos en Hechos 22:14: “El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca”. 

Alguien podrá decir: “Si escucho a Dios directamente, mi vida cambiará”. ¡No! Muchos han escuchado esa voz, y sus vidas no cambiaron. No se trata del sonido que escuchas, sino del mensaje que comunica, y de si recibes o no recibes ese mensaje en ti. Cada vez que escuchas la Palabra de Dios en tu espíritu, vives. Jesús dijo que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que procede de la boca del Señor (Mateo 4:4). Cada vez que Dios nos habla, vivimos; somos fortalecidos y bendecidos.

De la misma manera que comes comida a diario, y ésta nutre tu cuerpo; cuando escuchas la Palabra de Dios a diario, ésta hace algo precioso en tu vida: te fortalece, te anima y te guía en la dirección correcta. El éxito, el favor y la gracia se multiplican en tu vida, porque te estás alimentando de la Palabra. Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán” (Juan 5:25). Ésta es una referencia a la muerte espiritual. De modo que, cuando escuchas el evangelio de Cristo, vives. No dejes, pues, de alimentarte con la Palabra.

Oración

Querido Padre, gracias por la eficacia de tu Palabra en mi vida. Tu Palabra es mi vida, y yo vivo conforme al Espíritu, pues la Palabra es la luz que guía mi camino. Yo triunfo hoy y siempre por medio de la Palabra, en el nombre de Jesús. Amén.

Estudio Más Amplio: Salmos 119:130; Proverbios 4:20-22; Mateo 4:4